Shinrin-Yoku: Baño de bosque y terapia forestal

En Japón, la práctica del shinrin-yoku , o “baño de bosque” o “terapia forestal”, es aclamada por sus efectos terapéuticos que han sido demostrados en diferentes estudios. Este estilo de vida saludable está en crecimiento a nivel mundial como una tendencia de bienestar general para nuestro cuerpo. La “inmersión en el bosque” consiste en sumergirnos en la atmósfera de un bosque, donde a través de una caminata consciente, podemos “empaparnos” del poder curativo de los árboles. 

En un mundo cada vez más acelerado y vertiginoso, donde las prioridades laborales y financieras están en la cabeza de la mayoría de personas, el “bañarse en el bosque” es una oportunidad que debe volverse un hábito saludable, para ser conscientes de nuestro entorno y conectarnos con la naturaleza a través de todos nuestros sentidos. 

En Okinawa, una de las Zonas Azules del planeta, la práctica de baño de bosque es parte del secreto de su longevidad.
En Okinawa, una de las Zonas Azules del planeta, la práctica de baño de bosque es parte del secreto de su longevidad.

Origen del concepto

El concepto teórico de Shinrin-yoku fue redactado en 1982 por Tomohide Akiyama, entonces director general de la Agencia de Agricultura, Silvicultura y Pesca de Japón. En ese momento se buscaba que la población tuviera un mayor acercamiento a los espacios naturales. A partir de ese momento, se dieron una serie de investigaciones para demostrar científicamente el beneficio real de los baños de bosque.

El doctor Qing Li, médico de la Escuela de Medicina de Nippon y presidente de la Sociedad Japonesa de Terapia Forestal, ha estado promoviendo durante los últimos 25 años la terapia forestal. Según sus palabras: “El bosque puede salvarnos, o al menos curarnos. Sin embargo, primero tenemos que encontrar los árboles y hacer tiempo para ello”. La hipótesis de la biofilia, amar el mundo vivo y la naturaleza, es una filosofía fundamental para comprender más la profundidad del por qué de la afinidad al bosque como medio de bienestar.

El Monte Fuji es un sitio sagrado y en sus alrededores siempre encontrará áreas adecuadas para la práctica del Shinrin-yoku.

¿Cuáles son los beneficios reales de la práctica de Shinrin-yoku o terapia forestal?

 El Dr. Qing Li, según lo expone en su libro “El poder del bosque. Shinrin-Yoku: Cómo encontrar la felicidad y la salud a través de los árboles”, ha demostrado que pasar tiempo rodeado de árboles puede:

  • reducir la presión arterial,
  • reducir los niveles de estrés,
  • bajar los niveles de azúcar en sangre,
  • mejorar la salud cardiovascular y metabólica,
  • facilitar la concentración y la salud mental,
  • disminuir el dolor y
  • fortalecer el sistema inmunitario.
El Parque Nacional Yanbaru al norte de Okinawa, es una de las bases forestales en Japón de práctica de shinrin-yoku.

Evidencias médicas de la mejora en la salud por practicar baños de bosque

De acuerdo a International Society of Nature and Forest Medicine, la evidencia de los estudios demuestran que los resultados generados por experimentos realizados en 35 localidades a nivel de Japón y con 400 personas estudiadas, se obtuvo:

  • en comparación con los sujetos residentes en ciudades, los niveles de hormona del estrés de personas que hicieron baños de bosques, medidos tomando las concentraciones de cortisol en saliva fueron 12,4% más bajos.
  • Además, mientras las personas permanecían en los bosques, la presión arterial disminuyó en un 1.4%, el pulso disminuyó en un 5.8%, lo que indicó que los viajes de baño en el bosque pueden aliviar los síntomas del estrés. Además, al medir el ritmo cardíaco, encontramos que la actividad del sistema nervioso parasimpático aumentó en un 5.0% y el sistema nervioso simpático aumentó en un 7.0%, lo que indicó que los baños de bosque relajan el cuerpo.
  • También, con respecto a los viajes de baño en el bosque de 2 a 3 días, se encontró que los niveles de hormonas del estrés bajaron, como la adrenalina que se encuentra en la orina de las personas estudiadas, eran un 38% más bajos en los hombres y un 68% más bajos en las mujeres. Los niveles de noradrenalina en hombres y mujeres eran del 19,8% y 18,5% menos en hombres y mujeres respectivamente. En las excursiones de un día para bañarse en el bosque, los niveles de concentración de cortisol en sangre fueron un 18,5% más bajos.
  • A nivel del sistema inmunológico, se ha encontrado que los viajes de 2 noches y 3 días a parques forestales aumentaron la actividad de las células NK (asesinas naturales que atacan a los tumores). El número de células NK y los niveles intracelulares de perforina, granulisina (GRN) y granzima A/B en linfocitos de sangre periférica tanto en sujetos masculinos como femeninos y la actividad NK en sujetos masculinos aumentó 43% el día 2 y 56% el día 3, respectivamente durante el viaje al bosque, en comparación con el día de control (antes del viaje al bosque).
  • Además, este efecto positivo duró más de 7 días, incluso 30 días después del viaje. Por el contrario, una visita turística a la ciudad no aumentó la actividad de NK, el número de células NK ni la expresión de proteínas anticancerosas intracelulares seleccionadas.

Adicional a los beneficios en la salud física, también hay beneficios en la salud emocional y psicológica de las personas, como mejor manejo del estrés, reducción de la ira, mayor concentración, mejor dormir, mayor autoestima, mejor autoconocimiento, entre muchos beneficios más.

Los templos budistas y sintoístas tienen áreas con vegetación y árboles que también sirve para unir la religión con el shinrin-yoku.

Si desea aprender a desarrollar esta práctica de bienestar no dude en contactarme para hablar del tema.